Como no podía ser de otra manera, desde que le pinté la lata con la libélula a Flavia, mi hija mayor, Fiorella, su hermana dos años menor, me venía reclamando una lata para ella. Como en su dormitorio predomina el color verde manzana, tanto en la colcha de su cama como en cortinas y almohadones, decidí usar el mismo color de fondo para que combinara con la decoración de su habitación. Elegí también unos San Antonios que son símbolo de suerte, y además me pareció divertido el contraste entre el verde del fondo y el rojo y negro de estos pequeños insectos. Para ser honesta, el trabajo final quedó mejor aún de lo que yo creía que podía, me encantó cómo quedó... y creo que a ella también. Aquí está el proceso... el diseño es un combo de varias ideas encontradas en internet y un poco de creación propia.
Cada vez que alguien crea algo, detrás de ese algo hay una historia, una anécdota, una inquietud, una motivación, las cuales si no quedan registradas de alguna forma corren el riesgo de borrarse de nuestra memoria. Esa historia detrás de cada objeto decorativo o artístico es en realidad su razón de ser, el alma del objeto, y sería una picardía que se pierda... por esa razón es que he creado este blog: para salvar la memoria emotiva de cada objeto que me ha inspirado, en algún momento, a crear.
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