Esta maceta fue un proyecto para darle color a un par de plantas de interior que tengo en mi cocina-comedor. Estas plantitas se las compré el año pasado a mi cuñada Sandra, que tiene un vivero llamado Vivero Santa Inés, al inicio del año lectivo para decorar el local donde daba mis clases de inglés particulares, en un apartamento que alquilaba aquí en Libertad para trabajar mientras aún vivíamos en el campo.
Al mudarnos a la ciudad estas plantas pasaron a formar parte del paisaje diario de la habitación donde pasamos más tiempo, por lo tanto darles un poco de color le daría alegría al entorno.
Daniel consiguió unos troncos gruesos donde colocar las plantas para darles un poco de altura, ya que al ras del suelo nuestra cachorra Maggie nos rompía las hojas durante la madrugada... y colocadas en rincones estratégicos le dan más vida al lugar.
Me gustó este diseño de jaulas vacías y pájaros libres... y la idea era cambiar el color de fondo pero pintar dos macetas iguales para ambas plantas. Pues bien... la otra planta aún espera su turno, pero esta quedó muy linda creo. Me dio bastante trabajo, ya que el color perlado que elegí no era para nada cubritivo y tuve que dar varias manos... pero al fin quedó!
Cada vez que alguien crea algo, detrás de ese algo hay una historia, una anécdota, una inquietud, una motivación, las cuales si no quedan registradas de alguna forma corren el riesgo de borrarse de nuestra memoria. Esa historia detrás de cada objeto decorativo o artístico es en realidad su razón de ser, el alma del objeto, y sería una picardía que se pierda... por esa razón es que he creado este blog: para salvar la memoria emotiva de cada objeto que me ha inspirado, en algún momento, a crear.
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