Hasta el momento venía reciclando cosas pero un buen día fui a una casa de artesanías donde venden diferentes tipos de macetas y compré unas cinco macetas pequeñas, pero no de las más pequeñas de todas, de plástico color marrón. La superficie para pintar no era muy grande, pero me daba posibilidad de copiar algún diseño más elaborado.
En este caso se me ocurrió pintar un Snoopy, con su clásica imagen acostado sobre su casilla mirando el cielo. La única diferencia es que al macaquito amarillo lo dibujé debajo porque no me quedó mucho lugar sobre la panza de Snoopy, y pensé que quedarían mejor balanceados los colores. Aquí incluyo una imagen parecida a la que usé para copiar el dibujo, y luego imágenes del proceso de trabajo hasta la versión final con su tuna ya plantada.
Como a Valentín le encantó, se la regalé y está decorando su mesa de luz.
Cada vez que alguien crea algo, detrás de ese algo hay una historia, una anécdota, una inquietud, una motivación, las cuales si no quedan registradas de alguna forma corren el riesgo de borrarse de nuestra memoria. Esa historia detrás de cada objeto decorativo o artístico es en realidad su razón de ser, el alma del objeto, y sería una picardía que se pierda... por esa razón es que he creado este blog: para salvar la memoria emotiva de cada objeto que me ha inspirado, en algún momento, a crear.
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