Resulta que cuando Flavia se fue a vivir con su novio, entre algunas cosas que compró para su casa, compró una tabla de madera para picar carne o verduras. El tema es que la tabla era de mala calidad, y no estaba fabricada en una sola pieza, sino que eran dos tablas verticales pegadas por su lad más largo. Después de un par de lavados, obviamente que se despegó y la pobre tabla quedó partidaa la mitad. Yo me ofrecí a restaurarla, pero evidentemente no iba a volver a servir para su propósito original, así que quedó en casa para que en algún momento, cuando Vale se inspirara, le hiciera un cuadrito a su hermana para decorar alguna pared.
Al igual que para el trabajo del portalápices, buscó en internet imágenes de obras de arte de Romero Britto, artista brasilero que había estudiado en clases de dibujo en el liceo, y eligió el diseño de un águila. Aquí les dejo la obra original del pintor y la réplica de Valentín, aunque en esta foto no está del todo terminado el trabajo.
Luego de que Flavia terminara su relación con su novio y volviera a mudarse con nosotros, en realidad no sé dónde guardó este regalo de su hermano... pero eso es otra historia.
Esta es la obra de Britto:
Y este es el trabajo de Valentín:


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