miércoles, 3 de junio de 2015

Dragonfly: Lata para Flavia

Luego de haber pintado los frascos con los búhos, Flavia, mi primogénita, estaba en ese entonces intentando una vida nueva independizándose con su pareja, y buscaba formas de decorar su casa. En casa habían varias latas vacías de galletitas danesas a las que en algún momento daría uso, pero eran todas iguales, azules con dibujos un poco insulsos... Flavia me pidió que le pintara una lata para ella, y luego de ver y buscar varios diseños se me ocurrió dibujarle esta libélula... No logro encontrar en este momento los dibujos que me inspiraron para este diseño, pero recuerdo que no fue un dibujo copiado tal cual, sino que lo que aquí se ve es el resultado de una composición donde adopté características de varios trabajos diferentes.



La idea era hacer algo un poco geométrico, abstracto... 











Lo esencial era el mensaje: " I love you - I miss you - I need you"

Se la regalé sin poderle pasar una capa de barniz protector... lo cual pude terminar luego de que ya se mudara de nuevo a casa. Hoy en día la tiene en su mesa de luz, donde guarda pequeños artículos de uso personal.

Entre yuyos y búhos

Un día limpiando los frascos del armario de la cocina me vuelvo a encontrar con estos frascos de alumnio super antiguos que alguna vez pertenecieron a alguna de mis abuelas, no recuerdo a cuál de ellas... Estos frascos son ua de las pocas cosas que conservo de mi casa paterna, y dado el material del cual están hechos (de una época anterior al plástico y a lo deshechable) son un elemento que fácilmente puede formar parte de la cocina de varias generaciones más. Pero los pobres estaban muy deslucidos... los años los habían dejado opacos y sin gracia, su superficie que alguna vez debió ser brillosa y resplandeciente estaba toda rayada por el uso... Una de dos... o los reciclaba y les volvía a dar vida, o tendría que deshacerme de ellos, porque así tal cual estaban deprimían...

Se me ocurrió darles una mano de pintura y dibujarles algún diseño... y qué mejor idea que rescatar aquellos búhos que habían quedado en la otra casa en el árbol de la vida?

Comencé dándoles una base se color liso mate. Elegí estos colores terrosos para conservar la idea de lo añejo y para darles calidez, y decidí usar colores más vivos para el búho.











Decidí usar el más grande para guardar yuyos con los cuales preparo mi mate de té, y dejar el más chico para el cedrón, mi yuyo favorito y del cual muchas veces tengo más cantidad porque me regalan algunas ramitas frescas que dejo secar para hacer mis tés.












Ese mismo día se me ocurrió decorar unos vasos de vidrio de los cuales hay un montón en casa porque vienen con el requesón, y que nadie quiere usar porque no tienen ninguna gracia. LÑuego de ver unos vasos que le habían regalado a mi hija Flavia que estaban pintados por fuera en el fondo y eso les daba un toque especial, al ver en Pinterest esta idea se me ocurrió hacerles un diseño con esmalte de uñas.


En realidad no quedó como yo esperaba, pero bueno, acá van las fotos igual. la pintura duró unos lavados y luego se empezó a desprender. No fue una buena idea...







Home sweet home

La vuelta a Libertad cambió nuestras vidas para mejor, y luego de instalados el tiempo libre de las vacaciones me hizo volcarme a pintar, pasión dormida en mí por muchos años y que debo agradecerle a mi hijo Valentín por despertarla. Gracias a una tarea asignada por su profesora de dibujo, Valentín tuvo que hacer un portalápices de madera y luego pintarlo con témpera y acrílico. Su trabajo fue inspirador para mí, y al verlo entre frascos de pintura y pinceles no pude resistirme a intentarlo yo también. Aquí van algunas fotos de la obra de arte de Vale, le quedó hermoso!